Por Benjamín Astete y Alonso Quevedo (Abogado UC, Programa de Negociación UC).
Durante las últimas semanas, y a raíz de la declaración de zona de catástrofe de ciertos sectores de Chiloé, hemos visto como se ha trazado una compleja negociación multiparte entre los dirigentes de pescadores, comunidades afectadas y el gobierno. A primera vista muchos podrían llegar a reducir el problema a una supuesta intransigencia de las personas directa e indirectamente afectadas por la marea roja, sin embargo, si hacemos un breve análisis de la gestión del conflicto podemos dar cuenta de varios errores cometidos por los actores durante el proceso de negociación, especialmente por parte de las autoridades involucradas.
En todo conflicto, uno de los aspectos fundamentales que determinan el éxito o fracaso del proceso negociador, es la preparación que se realiza antes de sentarse a la mesa. Dentro de este trabajo previo, cada una de las partes debería ser capaz de determinar el objeto de la negociación, los intereses que están en juego, idear opciones de solución para llevar a la mesa, estudiar las alternativas de las que se disponen en caso de no llegar a acuerdo, criterios objetivos que entreguen legitimidad a las propuestas y pensar en cómo se vería un eventual acuerdo. Un segundo nivel de profundidad en la preparación implica establecer rangos de negociación claros, que consiste básicamente en saber cómo se plantearán las ofertas, contraofertas y hasta qué punto pueden llegar, junto con determinar prioridades y estrategias a utilizar en cada uno. Leer el artículo completo y más