Columna escrita por Patricio Meneses Ishihara, Coordinador de Investigación del programa de Negociación de Derecho UC.
Sostenibilidad y Conflictos.
La sostenibilidad como nuevo paradigma.
La sostenibilidad refiere a aquello que puede mantenerse en el tiempo sin agotar sus propios recursos. Es un concepto transversal —ambiental, social y económico— que se ha convertido en un pilar clave para orientar el desarrollo de nuestras sociedades. Desde la reducción de la huella de carbono hasta políticas de continuidad laboral en las empresas, hoy existe un interés creciente por mejorar nuestro rendimiento y efectividad dentro del marco de una gestión empresarial más consciente.
Resolución adecuada de conflictos: una solución cercana.
En este mismo sentido, el mundo contemporáneo nos exige profesionales capaces de desenvolverse en escenarios cada vez más complejos, diversos y en constante transformación. En este contexto, la sustentabilidad, la negociación, la gestión de personas y la resolución de conflictos se consolidan como ejes fundamentales para construir instituciones más justas, resilientes y humanas.
Negociación: una herramienta para construir consensos duraderos.
Negociar no es una habilidad exclusiva de diplomáticos o empresarios. Es una competencia esencial para todas las personas, en todos los contextos, incluso en los personales. La negociación, lejos de entender el conflicto como una amenaza, lo reconoce como una oportunidad para crear valor y alcanzar consensos sostenibles.
En escenarios donde las posiciones parecen irreconciliables —como ocurre a menudo en ámbitos laborales, ambientales o empresariales—, la negociación actúa como puente entre las partes. Aplicada con principios de sustentabilidad, permite diseñar soluciones que no solo resuelven conflictos inmediatos, sino que también previenen futuros enfrentamientos, fortalecen relaciones y fomentan entornos de mayor creatividad y adaptabilidad.
Recursos humanos: el alma de la organización.
La sustentabilidad organizacional también se refleja en la forma en que gestionamos el talento. En un entorno laboral marcado por la diversidad generacional, cultural y de género, los modelos de liderazgo tradicionales —autoritarios y verticales— pierden eficacia, dando paso a liderazgos empáticos, basados en la motivación, el diálogo y la resolución constructiva de diferencias.
Aquí es donde la negociación cobra nuevo protagonismo: los líderes que saben escuchar y negociar sobre la base de intereses, en lugar de posiciones rígidas, son capaces de generar confianza, construir acuerdos adaptables y fortalecer el trabajo en equipo. En este escenario, las áreas de recursos humanos deben asumir un rol activo como facilitadores y mediadores, incorporando valores de inclusión, equidad y bienestar en las políticas institucionales.
Este enfoque sustentable en la gestión de personas no es solo una tendencia, sino una estrategia con impacto directo en la productividad, el clima organizacional y la reputación de la empresa. De hecho, según reportó el diario La Tercera, las mediaciones en conflictos societarios aumentaron un 150% durante el año 2023, evidenciando un cambio real en la forma de resolver disputas.
Resolución de conflictos: hacia una cultura de paz institucional.
El conflicto es inherente a toda organización. La diferencia está en cómo lo gestionamos. Frente a una cultura jurídica centrada en la judicialización, están emergiendo modelos más ágiles, participativos y centrados en las personas.
Mecanismos como la mediación, la conciliación y la negociación ganan terreno por su capacidad para reducir tiempos, costos y tensiones. Pero su valor va más allá de la eficiencia: estos mecanismos están transformando nuestra manera de entender la justicia, pasando de una lógica adversarial a una colaborativa.
Una resolución de conflictos sustentable exige ir al origen del problema, entender las causas estructurales y proponer soluciones que miren al largo plazo. En este escenario, los profesionales formados en negociación se transforman en actores clave para construir organizaciones más pacíficas, inclusivas y resilientes.
Porque al final, no se trata solo de resolver... Se trata de crear valor.
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